La semana pasada nos ocupamos de la primera fase del parto y la más larga, la dilatación, por lo que en este artículo vamos a hablar de las dos siguientes: el expulsivo y el alumbramiento. Pese a lo que muchas mamás creen y el temor que tienen hacia esta parte del parto el expulsivo es el periodo más gratificante ya que en muy poco tiempo y con tu ayuda tendrás a tu bebé contigo.
El expulsivo abarca desde que llegamos a dilatación completa (10 cms) hasta que el bebé sale por completo y suele durar hasta 2 o 3 horas aunque en la mayoría de los partos la duración es bastante menor.
Si te han puesto la epidural tu matrona o ginecólogo te dirá cuando estás lista para traer a tu bebé al mundo pero si no te la han puesto tu misma sabrás cuando ha llegado ese momento ya que te vendrán unas ganas irrefrenables de empujar. La sensación es parecida a cuando tienes muchas ganas de defecar.
Con cada contracción que tengas tendrás que realizar entre 2 y 3 pujos para ayudar a tu bebé a salir. Durante el expulsivo el bebé va atravesando distintos planos dentro de tu pelvis hasta que por fin su cabeza empieza a asomar, a esto se le llama coronación.
Durante esta fase tendrás que empujar con ganas para ayudar a tu bebé a descender por el canal del parto realizando los famosos pujos. Hay dos maneras de realizarlos:
- Pujo fisiológico: se realiza en espiración, es decir, dejando salir el aire lentamente mientras contraemos el abdomen intentando llevar el ombligo hacia nuestra espalda. Es menos lesivo para el suelo pélvico que el pujo tradicional pero en ocasiones resulta insuficiente.
- Pujo en valsalva: es el más habitual en el que la madre coge aire profundamente y realiza un empuje con todas sus fuerzas mientras aguanta bloqueando la respiración.
Es importante conocer los dos tipos de pujos ya que cada uno nos puede servir para un determinado momento del expulsivo y también es importante conocer que durante esta fase podemos adoptar diferentes posturas que pueden ayudarnos a que los pujos sean más eficaces y el suelo pélvico sufra menos.
Después de un rato más o menos largo de pujos tu bebé ha llegado al mundo ¡Enhorabuena! pero el parto no ha finalizado todavía.
Queda la última fase y la más fácil y corta generalmente que es el alumbramiento. Durante esta fase el útero seguirá contrayéndose, con menos intensidad que en las etapas anteriores, hasta que la placenta salga. Normalmente las mamás no son muy conscientes de esta última fase ya que en ese momento centrarán toda su atención en el bebé y establecerán el primer contacto «piel con piel» que es muy importante y beneficioso para ambos. En algunos hospitales el protocolo indica la administracción de oxitocina sintética para ayudar al alumbramiento de la placenta. Si te han hecho una episiotomía o te has desgarrado después de todo en este momento será cuando te suturen.
Es muy importante que desde que el bebé salga hasta por lo menos dos horas después hagáis piel con piel siempre y cuando el bebé no esté en riesgo y no requiera atención médica. Pesarle, medirle, administrarle antibiótico en los ojos y otros procedimientos pueden esperar un par de horas.