Avanza el embarazo y la fecha probable de parto cada vez está más cerca, las revisiones son más frecuentes y en todas nos dicen lo mismo: el bebé sigue sin colocarse y preveen un parto de nalgas. Hace años, cuando las cesáreas no eran tan habituales los ginecólogos atendían partos de este tipo pero el riesgo para la madre y para el feto es bastante más elevado que en un parto normal. Ahora la cesárea está a la orden del día y el ginecólogo no dudará un instante en realizarla si el bebé está en presentación podálica y no es capaz de girarlo.
Para cambiar la posición del bebé generalmente se usa una maniobra llamada versión externa que intenta cambiar la posición del bebé aplicando una fuerza externa con las manos sobre el abdomen de la mujer. Esta maniobra debe ser realizada siempre por un especialista y en un ambiente hospitalario ya que conlleva ciertos riesgos como el desprendimiento de la placenta o la ruptura prematura de membranas.
Pero lo que muchas madres no saben es que existe otro método mucho menos dañino que puede provocar la correcta colocación del bebé: la moxibustión.
La moxibustión es una técnica de la medicina tradicional china que se basa en la estimulación de puntos de acupuntura mediante calor. El calor es generado por la combustión de una hierba, la artemisia vulgaris, comúnmente llamada moxa. La artemisia viene inicialmente prensada, secada y luego enrollada en papel de morera, el cual tiene la capacidad de producir calor sin crear llama.
En el caso de las mujeres embarazadas el punto a tratar se encuentra en el ángulo externo de la uña del 5º dedo de ambos pies ya que se ha visto que este punto estimula la actividad motora del feto y por lo tanto provoca movimientos en el bebé.
La mamá debe tumbarse de lado en una camilla en una posición en la que se encuentre cómoda y la sesión debe realizarse en un ambiente tranquilo. El calentamiento del punto debe durar aproximadamente unos 20 minutos y debe mantenerse el bastón de moxa lo suficientemente cerca de la piel como para producir enrojecimiento cutáneo pero no lo suficiente como para quemarla. Debemos detener el tratamiento en el caso de que el bebé se haya colocado correctamente o en el caso de que aparezcan complicaciones tales como contracciones uterinas o malestar por parte de la embarazada.
Se han realizado numerosos estudios que defienden la moxibustión como un método eficaz para corregir la malposición fetal y que no entraña ningún riesgo ni para la madre ni para el bebé, se trata, por tanto, de una técnica sencilla, no invasiva y barata que puede cambiar el curso de tu embarazo y evitarte una cesárea.