Sabemos que el suelo pélvico sufre en varios momentos a lo largo de la vida de la mujer como durante el embarazo, el parto o en la menopausia y sabemos también que estos problemas en muchos casos tienen solución pero ¿Cómo podemos arreglarlo?
Seguramente hayas oído hablar de los ejercicios de kegel para fortalecer el suelo pélvico pero no sabes muy bien de que tratan, pues bien, aquí tienes un pequeño resumen.
El suelo pélvico está formado por musculatura igual que la del resto del cuerpo así que igual que realizamos contracciones para fortalecer el bíceps o el cuadriceps, lo mismo tenemos que hacer con el suelo pélvico. La sensación que debes tener al contraerlo es como cuando estás orinando y quieres cortar el pis y digo sensación ya que esto no debe hacerse porque la retención de orina durante la micción puede provocar desde infecciones hasta una alteración en el control miccional. También puedes notar como la vagina y el ano hacen un movimiento hacia arriba cada vez que lo contraes.
Una vez identificada esta sensación notaras como la musculatura alrededor de tu vagina se contrae y esta se cierra con un movimiento ascendente, si es así significa que lo estás haciendo bien. Cuando realices la contracción del suelo pélvico no debes contraer los glúteos, ni los muslos ya que se consideran contracciones que interfieren con la buena realización de los ejercicios. Tampoco debes confundir la contracción del suelo pélvico con la realización de un pujo sin expulsar el aire ya que se produce el efecto totalmente contrario al que buscamos al aumentar la presión sobre el periné.
Lo bueno de estos ejercicios es que los puedes realizar en cualquier momento y lugar aunque te aconsejo que empieces a realizarlos tumbada y concentrada para que te salgan bien.
Empieza por realizar contracciones durante un par de segundos y descansa otro par. Puedes realizar 2 series de unas 15 o 20 repeticiones al comienzo e ir aumentando tanto el tiempo de contracción como las repeticiones según vaya mejorando el tono de tu suelo pélvico.
La posición más fácil y cómoda para empezar es tumbada con las piernas flexionadas pero a medida que vayas progresando puedes realizarlos sentada en un fitball, de pie o incluso mientras realizas otros ejercicios.
No es un ejercicio fácil de realizar por lo que si tienes dificultades siempre puedes consultar con un profesional que sabrá guiarte y enseñarte como contraer tu suelo pélvico.